6 Clichés de cómo la gente ve a los escritores.

Decidí hacer esto para que las personas que supuestamente tienen una idea de cómo son los escritores, dejen esos paradigmas y entiendan de una vez, que ser escritor no significa seguir algún manual donde vienen todas las reglas para repetir al pie de la letra. Aunque estos paradigmas no es culpa de nadie más que solo de la televisión y los libros en los que hablan de escritores, también las mismas personas que sueñan con llegar a ver su libro en una librería prestigiosa han adoptado estás costumbres y las han regado como semillas en la tierra.

En el corto trayecto que llevo practicando dicha profesión, fui dándome cuenta que para escribir tenemos que ser nosotros mismos; parece un poco tonto decir y repetir algo tan lógico, pero los primeros años no entendía o no le daba importancia a esa frase. Leía y escuchaba cómo los más grandes escritores vivían y alcanzaban el éxito, creándose hábitos y haciendo cierto tipo de cosas. Comencé a repetir ciertos patrones porque estaba segura de que así eran todos los escritores y que si hacía lo mismo, estaba yendo por el camino correcto. Sin embargo, nada de esto fue cierto, al inició me sentía incomoda; me levantaba muy temprano para escribir cualquier cosa (para mí era un completo sacrificio), leía libros que no me entretenían y la verdad comencé a detestar. Llegué hasta el punto que no podía escribir nada, ni siquiera mi nombre. Fue gracias a los años y a las experiencias propias, quienes me ayudaron a comprender que mi extrañísima falta de deseo por escribir, era debido a que interrumpía mi camino natural; mi forma de ser, negaba a mi YO misma; a esa joven de pensamientos locos que solo quería divertirse creando mundos y asustando a la gente con asesinos en serie.

Muchos hacen esto; matar a su YO para seguir el camino de otro, y no se dan cuenta del grave daño que le están causando a su habilidad.

Es por esto y porque quiero tener más entradas en éste blogg, que recopilé 6 "clichés" de cómo la gente ve a los escritores.

1. Tienen una vida solitaria.

                             

Esto en parte tiene algo de veracidad. Primero porque para escribir necesitamos nuestro espacio, un lugar alejado del ruido (aunque hay escritores que prefieren todo lo contrario), la mayoría busca un cuarto solitario para darle vida y forma a sus personajes e historias. Sin embargo, esto se puede hacer en ciertas horas. Los escritores también somos seres humanos que necesitamos de la compañía de alguien, sea amigo, familiar, esposo/a o hijos. Así que la idea de resguardarse por unos seis meses en una cabaña, alejado completamente de la civilización déjalo para las películas de drama. Hasta Jack Torrance, el protagonista de El resplandor se llevó a su esposa e hijo con él para no estar solo en aquel hotel de miedo. 

2. Beben mucho café y fuman mucho cigarro.

¿Quién no ha visto una imagen de alguien sentado delante de una máquina de escribir con el humo saliéndole por la nariz? y cómo olvidarnos de la inmensa taza de un litro de café con diez cucharadas de azúcar que permanece al lado de la máquina.  El pensamiento colectivo ya tiene ésta idea; convirtiéndose para muchos en el arquetipo ideal para diferenciar a un escritor de alguien que simplemente fuma por estrés. Pero esto es simplemente un cliché que a algunos les puede agradar y se sienten cómodos con el humo en la cara, mientras que otros no pueden ni estar a dos metros de alguien fumando (me incluyo). Cada quien debe descubrir su hábito a la hora de escribir, tal vez, antes de sentarse a escribir, te guste dar unas vueltas por la sala, o jugar con un lápiz en la boca, o tomarte una taza de té o coca-cola. O simplemente no te guste tener nada entre los dedos, labios y alrededores, pero eso no es relevante, lo importante es lo que tienes en la cabeza para plasmar en papel o la portátil.

3. Son alcohólicos.

No lo negaré, pero tampoco lo afirmaré. Por supuesto que existen muchos Bukowskis, Poes y Kings en ésta profesión, pero no necesariamente necesitas convertirte en un adicto al alcohol para disfrutar del placer de escribir. Existen diversas maneras de enfrentar los problemas de la vida, algunos adoptan el alcohol como escape, así como otros adoptan las drogas (por lo general son los que menos escriben). Estos son hábitos que debes descubrir si te gustan o no. No te voy a prohibir la bebida o que te fumes un porro, ya esa es tú decisión, pero hazlo porque te sientes cómodo/a y no solo porque has visto a tantos y también quieres aparentar ser escritor. 

4. Siempre están observando todo a su alrededor para llevarlo al papel.

Tal vez no sea algo que se escuche muy a menudo, pero sí me han confesado que piensan que me la paso atenta a todo, para luego convertirlo en una novela. Si supieran que soy la persona más distraída del planeta, solo enfocó mi atención en cosas que me importen y no todo en la vida es relevante. No podría estar atenta a todo lo que pasa a mi alrededor, me parece algo humanamente imposible, además de estar atento a tus pensamientos que nunca se detienen. Tal vez existan personas que si se den cuenta del más minúsculo detalle, pero no todos son escritores. Apuesto a que la mayoría está sumergido en la imaginación y no sabe dónde está parado y eso está bien, no hay una guía para escritor que diga: tienes que ser un vigilante de la frontera y estar muy atento hasta de la última partícula de polvo que flota en el aire. Simplemente, mira lo que te llama la atención y disfruta del paisaje. 

5. Son poco sociables.

Tan absurdo como decir que el agua no moja. Con esto, a veces creo que nos confunden con personas que tienen problemas mentales y lo menciono sin intención de ofender a nadie. Para ser escritor no tienes que meterte en una burbuja de plástico y no hablar con nadie. Si te apetece socializar pues hazlo. Si te quieres divertir un rato, anda a la fiesta, conoce amigos, ten experiencias, disfruta de la vida. Y si por el contrario, no te gustan las fiestas y te parece que la gente es aburrida y no tienen nada interesante que decir, busca otras personas con tus mismos gustos y comparte tus ideas, cualquiera de las formas estará bien, lo importante es sentirse bien con uno mismo y muy importante, siempre buscar tiempo para escribir.

6. Se leen todos los clásicos.

Hay muchos que si lo han hecho, pero también existen miles que no y me incluyo (he leído unos pocos). Los clásicos son muchos y sus temas varían, no a todos nos pueden gustar esos temas y con esto no busco dar excusas para cerrarse ante la posibilidad de conocer un clásico, solo digo que hay que tomarse un tiempo para ir desarrollando esos gustos e ir abriendo la mente, para que en algún futuro, sin sentirse obligado y por puro gusto e interés, buscar uno de esos fantásticos libros y leerlo. 

No es necesario que persigas el mismo camino que tuvieron tus escritores favoritos. Tómalos a ellos, y sobretodo a sus obras, como referencia para desarrollar tu propio estilo y disfrutar del aprendizaje y de tus creaciones. Como dije anteriormente, no existe un manual con reglas básicas para escribir, así que tienes la terreno libre para forjar tu propio camino  de la manera que te sientas cómodo/a.