jueves, 18 de junio de 2015

Cuando el comunismo/socialimo se convierten en pesadillas


Este tema es perfecto para crear polémica y empezar un círculo de discusión, si bien, no tengo intensiones de ofender a nadie, quiero explicar por qué estos dos movimiento que a mi parecer es el mismo pero con nombres distintos, son defectuoso y no funcionaron en los pasados siglos ni funcionará en los futuros. Las personas somos libres para creer lo que nos dé la gana, así que no les diré: dejen de creer o de seguir esto y sigan lo que yo digo. No explicaré el origen de este movimiento tan solicitado por las masas, (en especial en países subdesarrollados) ya no es tan importante de dónde surgió, sino ¿a dónde nos va a llevar?. 



            Este movimiento, pinta un fantástico paraíso explicando lo hermoso que sería estar gobernados sin el capitalismo; este ser malvado que le quita las oportunidades a los más pobres y desamparados y hace que los ricos se vuelvan más ricos… bla, bla, bla. Estoy completamente de acuerdo en proporcionar oportunidades e igualdad para todos los ciudadanos que habitan un país (al fin de cuenta son parte de este) pero, no creo que el comunismo sea la vía correcta para conseguirlo. Primero: porque fomenta el odio contra la otra parte del país “sí, sí, las familias aristócratas, empresarios y gente con dinero que a pesar de todo también son parte del país y son esenciales”.  Para un comunista, ser millonario es sinónimo de egoísmo, acaparamiento de riqueza, patrón que pega con el látigo, el que se ríe a carcajadas fumándose un puro cubano, con la panza sobresalida mientras el trabajador se revienta el lomo cortando caña en pleno sol. Entonces, el odio solo lleva a una cosa… la guerra. Segundo: sin generalizar, existen quienes apuntan a que la mejor manera de salir es la fuerza e inician los enfrentamientos y luego se vuelven unos asesinos radicales secuestradores (FARC).       


            Por lo poco que he investigado, se ha llegado a la conclusión de que a la pobreza aún no se le explica el origen exacto del por qué existe en el mundo (este tema lo hablaré en otra entrada). Pero para el comunismo, las empresas y los ricos son los causantes de este problema.  Son capaces de enfrentarse en armas contra sus contrapartes, dispuestos a morir por un país “libre”.  Me preguntó ¿Cómo un país puede ser libre cuando el Estado tiene el control de absolutamente todo? No es sorpresa que en la URSS, el gobierno ocultaba (Chernovil) y controlaba todo. Tampoco que en Cuba racionen la comida, el internet y hasta los restaurantes, ni que la gente escape en balsas, mucho menos que en Venezuela las divisas estén controladas por el mismísimo gobierno y que a pesar de ello, estén escasos y la inflación se dispare a las nubes. Para los comunistas, o por decirlo sin intención de ofender a quienes lo son de verdad; el comunismo, el causante de todo esto, no son ellos, sino, su máximo enemigo, el enemigo número uno de la madre del comunismo, es nada más y nada menos que Estados Unidos. El causante de que falte la comida y toda la igualdad y oportunidades que el gobierno comunista te prometió, es Gringolandia. Así que el comunismo funciona solo que no lo dejan avanzar porque sus ideas son de “libertad y rebeldía”. Rebeldía es muy cierto, de libertad… lo dudo y no voy a defender a Estado Unidos, no tengo porqué.

            ¿Crees que darle poder absoluto a un hombre que grita el poder es del pueblo, está bien? Pues felicidades, le darás poder a un rey ficticio; lo que él diga se hará, lo que él expropie se expropiará, las armas que compre para defender la patria y sus ideales se compraran con el fin secreto de usarlo en tu contra. Si te opones a sus ideas serás un preso o exiliado más. Tendrá la economía en sus manos, los poderes en sus manos, la televisión, las radios, los periódicos y pobre de aquel que se atreva a decir que quiere libertad: <<cállate apátrida capitalista, burgués, nosotros tenemos libertad, no volverán>>. Entonces, revienta el idealismo radical, nadie podrá tocar a nuestro nuevo Dios, a ese hombre o mujer salvadora que ha controlado el sistema productivo interno y que ahora nos dará de comer a su antojo, pero nos dará de comer, por ello necesitamos portarnos bien. El comunismo suena muy lindo cuando está en papel: igualdad para todos, las empresas extrajeras serán del “pueblo” (Estado),  todos tendrán derechos y oportunidades de surgimiento. Qué hermoso, fantástico, qué belleza, pero cuando se pone en práctica, para las personas, esto se vuelve una pesadilla, no para aquellos a los que sus ideales son tan radicales como los de un islamista dispuesto a asesinar cristianos, (estos mismo son capaces de dejar de comer para continuar con la revolución), sino para aquellos que lo único que buscaban y que pedían era a gritos oportunidades, seguridad y estabilidad social para desarrollarse sanamente y hacer de un mejor país, o sino de una mejor vida.  El caso es que si el capitalismo no es la clave para que la humanidad salga de la pobreza, mucho menos lo es el comunismo, cuya función y lo ha demostrado perfectamente a través de la historia, es crear personas pobres e ignorantes.

En la teoría marxista el socialismo es el estado que sucede al capitalismo, antes de llegar al comunismo

            La clave para salir de la pobreza, según yo, es dejar el resentimiento a un lado y comenzar a educar, enseñar a desarrollarse en el mundo, a enfrentarse a la sociedad de forma productiva. Por ello sería esencial que antes de luchar por ideales arcaicos y sin sentidos, luchemos por que la educación evolucione y cree nuevos parámetros de aprendizaje, para el futuro, que posiblemente y estoy muy segura, conseguirán las respuestas y formarán un mundo con verdaderas oportunidades para todos. 

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Leninismo 

martes, 16 de junio de 2015

Nuestro amado y odiado Game of Thrones


Me encanta toda esta polémica que ha causado GOT. Luego de la trasmisión del último capítulo de la quinta temporada, las redes sociales iban a estallar. Muchos fans, indignados y horrorizados por la “inesperada” muerte del Comandante Jon, hizo que grupos en Facebook, twitter y alguna otra red social iniciaran las discusiones sobre el tema. Muchos con distintos puntos de vista, entre ellos abundaban las siguientes:

-Lo tenía merecido por traicionar a la Guardia.
-Era mi favorito ****. 
-Pobre Jon.
-Que lo reviva Melisandre.
-Que se jodan no veo más ésta ****.

Entre todas, las que más llamó mi atención fue la cantidad de insultos y odio desbordado que mostraron hacia Martín y los directores de la serie. Como podemos notar, ésta es una historia amada y odiada. Ahora bien, no vengo a descifrar escenas ni a entender personajes ni a hacer hipótesis del futuro incierto de los personajes. Tampoco a apostar por quién vive o muere, sino a plantear la idea del poder que tiene GOT sobre sus fans. Personalmente, ya había pasado mucho tiempo desde que alguna serie o libro  me hiciera impresionar tan intensamente como lo hace GOT. Es decir, cuando sucede algo inesperado salto del sofá gritando barbaridades como si estuviese jugando algún videojuego imposible. Me atrevo a decir y a afirmar con devoción que Martín se salió excesivamente del canon establecido por las clásicas historias medievales y hasta las de Tolkien. Me parece fantástico, estoy viendo algo nuevo y fresco sin caer en los mismos finales posibles, ni en los mismos felices por siempre donde el héroe se queda con la princesa y con el castillo.


He comprendido que el Mundo ficticio de Martín es muy similar al nuestro en aspectos humanos e históricos; esto no es sorpresa ya que él mismo ha confesado basarse en algunos personajes de la historia. Muchos piensan que no sabe a dónde va y otros piensan que sólo asesina a personajes a diestra y siniestra por llamar la atención y tener más dinero. El caso es que no importa ninguna de las dos; solo él sabe lo que tiene en la cabeza y lo que desea hacernos sentir. Lo importante en estos momentos es que las historias se han metido por caminos completamente diferentes, haciendo cambios y tomando decisiones verdaderamente impertinentes para el espectador. Decisiones que nos dejan un sabor amargo en la boca y que nos hace sentir defraudados porque nuestro personaje favorito no alcanzó el estado de gloria o de venganza que nos habíamos imaginado. 



Ahora bien, ya teniendo claros, al menos, el sentido social e histórico que se mezcla en el Mundo Poniente, tenemos que comprender ya a estas alturas de la vida (temporadas) que no todo será como lo deseemos o lo imaginamos.

Sinceramente me alegra que Martín no se ande paseando por las calles de ninguna ciudad, sino más de uno le escupiría en la cara y le lanzarían comida y piedras, similar a los que le ocurrió a la leona (Cersie). He aquí el punto esencial en el que se basa (según yo) Martín. Él refleja el verdadero ser humano,  sin galantería, sin elegancia… en su máximo esplendor humano: o eres valeroso y justo o pérfido y te las arreglas para sobrevivir, pero no vendrá ningún Dios Homérico a salvarte.

Otro punto resaltante es: en nuestro mundo real, a través de los siglos, han muerto personas importantes en la historia y seguimos andando. ¿Por qué sorprendernos cuando ocurre lo mismo en Poniente? Se ha demostrado “científicamente” que las decisiones que tomamos (sea cual sea) no siempre nos llevará a portar una corona en la cabeza  ni mucho menos a posar nuestras hermosas nalgas sobre un trono de hierro, la vida es pisar charco y si tomamos las decisiones equivocadas, pisarás estiércol.

Esta no es solo una evolución notable en la literatura fantástica, sino también para la literatura narrativa en general. Ya sabemos que la princesa es rescatada por el príncipe o por ella misma, ya sabemos que Frodo quemará el anillo, también que Superman salvará al mundo o que nos podemos salvar de un ataque alienígena. También que el personaje principal llega al final y es feliz. ¿Por qué Jon tiene que terminar feliz después de haber traicionado a la guardia? ¿Por qué vivir luego de no escuchar concejos?
         César nunca imaginó que moriría apuñalado. Kennedy no se imaginó que le dispararían en la cabeza. El último zar pensó que era enviado por Dios.  Podremos tener las mejores o peores intensiones, pero las decisiones que tomamos son cruciales para definir el futuro. Esto, lo ha demostrado muy bien Martín, tal vez consciente o inconscientemente, sin embargo, allí está.